lunes, 17 de septiembre de 2007

XX MUESTRA DE TEATRO AMATEUR ALICANTE A ESCENA 2007

En el pistoletazo de salida de la temporada escénica alicantina, como cada año con la llegada de septiembre, parte el más madrugador de sus festivales, 'Alicante a Escena', que inyecta adrenalina a los contados escenarios de la ciudad.
En esta ocasión, las compañías seleccionadas fueron Clavos. Conservatorio Superior de Danza con su propuesta Clavando Clavos, un espectáculo de teatro-danza en el que pesa en exceso el trabajo de taller semejándose más de lo deseable a las pautas académicas desde las que parte bien que su resultado sea limpio, con corrección envidiable en un baile cuidado y sin que destaquen en especial bailarines-actores, sin embargo tiene en su haber una dicción correcta poco frecuente en bailarines de danza contemporánea. Trabajo sensible en el intento de plasmar la relación amorosa entre dos seres, pero que por falta de experiencia queda abocado a momentos de gran obviedad y exceso sin nada que decir y menos que contar. Pero con momentos puntuales intensos y de originalidad escénica, tal cual lo entendió el jurado entregándoles el Tercer Premio al Mejor Montaje.
<>Le siguió una malograda puesta en escena del Teatro Universitario Clásico por esta edición dedicada a la tragedia de Eurípides Ifigenia en Áulide, en dirección invitada de Charo Amador. Una puesta en escena limpia y sugerente pero sin la brillantez acostumbrada de sus excelentes resultados anteriores, con personajes estáticos, interpretaciones planas, y sin la menor fuerza de un texto carente de vida y credibilidad alguna, es decir, con una dirección pobrísima, sin el menor recurso dramático. Resultó todo demasiado plano, estático, sin expectativas ni conflictos, mal resuelto ante la ausencia de cualquier pauta actoral y mala dicción y en ningún momento el decir se llenó de la carnalidad de las situaciones. Es cierto que, como es habitual en el grupo, se sacó partido a las virtudes bailarinas y musicales de sus integrantes pero sin gran aprovechamiento escénico. Es éste un peligroso paso atrás de una compañía que, en un lustro, ha cosechado importantes éxitos estéticos y dramáticos con muy pocos recursos. La única actriz que destacó un tanto fue Ariana Martínez en su papel de Ifigenia.
<>De Alcoi, el Teatre Circ representó el texto de Ximo Llorens La lluna sobre el mar, en un duelo interpretativo entre Marcos Cantó y Enric M. Piera. Teatro de temática rabiosa y actualísima como el encuentro entre un argelino de raíces hispanas y un valenciano en el transbordador de la ruta Orán-Alicante, en medio del mar sincerándose sobre ambos mundos con aspectos realmente claves de nuestro tiempo pero que en su final se vuelven un tanto tópicos en su resolución. Una cuidada puesta en escena a la que le falta fondo sonoro que ubique, pero con una notable interpretación, bien que el valenciano de acento marroquí que interpreta el personaje argelino no resulta del todo entendible en el patio de butacas.
<><>Procedente de Elche, la Compañía Clásica de Comedias se atrevió con un Ibsen, el de Un enemigo del pueblo nada menos. Una puesta en escena que, sin ser brillante, se resuelve con corrección, pero que tiene momentos resolutivos excelentes como la asamblea utilizando el patio de butacas y parte de los palcos. Buen trabajo actoral de los protagonistas, aunque pesa en exceso la pautación escolar de Antonio Chinchilla, su director y protagonista; quizá un tanto más contenido y con mayor fuerza expresiva es la interpretación de Joan Fabrellas en el personaje de alcalde, y así lo entendió el jurado al concederle el Premio a la Mejor Interpretación Masculina, al tiempo que en este montaje recayó el 2º Premio a mejor obra. Lástima que el exceso de esquematismo de escuela y una pautación gestual excesivamente monótona por parte de su director lastre toda la propuesta.
<>La compañía de Torrevieja Marco Davó propuso El puesto, un texto de Fulgencio M. Lax excesivamente imitativo del Arrabal de Pic-Nic en campaña, a la zaga de una imitativa estética del absurdo entre Ionesco y Gila. El mayor problema con que se encuentra el montaje es precisamente el de un texto plano, sin avances sino los consabidos, que no levanta el vuelo ni ningún tipo de conflictos en ningún momento, que resulta tan esquemático como sus personajes, porque para ese viaje de pretender hacer un alegato a favor de la paz no hacían falta tales alforjas. Interesante resultó el trabajo de luces y la construcción de un espacio escénico que sin embargo el telón pintado de fondo pifiaba la iniciativa. Destacable la interpretación dual de los dos actores por su natural hacer y su pautado desarrollo, pero pudieran haber llegado más lejos acabando de estirar la situación propuesta a partir de una dirección que hubiera apostado por pasar a los personajes a través del clown.
<><>Por su parte, la compañía de El Campello Almadraba presentó a su cantera juvenil con una versión escénica firmada por Paco Sanguino de El enemigo de la clase de Nigel Williams (según programa apropiado indebidamente por el dramaturgo alicantino). Un montaje contextualizado en la violencia de las aulas y protagonizado precisamente por jóvenes adolescentes en excelente dirección de Gloria Sirvent. A través del mobiliario de los pupitres, Sirvent es capaz de generar espacios escénicos diversos, con atmósferas muy variadas en las que las luces juegan un papel importante. Si bien la presencia de 13 adolescentes actores obliga a una inevitable irregularidad actoral en la que no destaca nadie y se evidencia la falta de madera escénica en estos primerizos actores, el buen hacer resolutivo de situaciones y pautas dramáticas resuelve con suficiencia una obra que ya es un clásico de los escenarios valencianos. Así lo entendió el Premio del Público al ser la más votada, del mismo modo que (¡increíble coincidencia!) el del jurado que le otorgó el de Mejor montaje.
<>La compañía invitada para la clausura y entrega de Premios, fuera de concurso, fue Teatre Elisa con la representación del texto de Joan-Lluís Moreno Els díes de la nit, bajo dirección de Rafa Hernández. Un acercamiento delicado y sensible a la vejez y la desmemoria al final de la vida en un texto sin más pretensiones que mostrar naturalistamente la realidad en una pareja de ancianos abocados al final de sus vidas a una soledad palpable. Destaca una caracterización camaleónica de Tomás Mestre en un anciano desmemoriado a la que le hace réplica una Neus Agulló muy dotada para este tipo de papeles de corte naturalista. Una sencilla puesta en escena con una excelente interpretación dual en lo que es una pieza delicada pero a la que sin embargo no se le ha sacado todo el partido que debiera una dirección a la que le faltan pautas y tratamiento corporal de actores.
<><>Por su parte, reseñable es que el Premio Especial de esta edición recayera en el estudioso del teatro Jaume Lloret, exponente singular de investigador y husmeador de archivos históricos teatrales que ha reconstruido la historia de los últimos siglos del teatro alicantino como sin duda ninguna otra ciudad española tiene, todo un lujo que había de valorarse por el componente de testigo histórico para futuras generaciones. Toda una labor solitaria de largos años que ahora tiene su merecida recompensa pública por lo mucho que ha alumbrado la historia teatral de la ciudad.
<>El domingo se realizó el que comienza a formar parte de la muestra ‘Poemario,’ con un Teatro Arniches lleno para escuchar el recital musicado ofrecido por diversos actores y completado por el poeta órfico Juan Carlos Mestre, sin duda el mayor recitador de poesía propia del país, con su potente discurso ético y cívico entremezclado con el buen decir al tiempo que se acompañaba de su inseparable acordeón, una fiesta de la palabra dicha sin duda imposible de olvidar para quienes tuvieron la fortuna de asistir a la tremolosa palabra del poeta leonés. Una velada de las que suceden en contadas ocasiones por la entrega de todos los protagonistas participantes con sus voces acompañadas de una excelente pareja de música con guitarra y flauta que le iban a la zaga, bajo dirección del siempre riguroso Andrés Vinaches. Una muestra, pues, que se crece anualmente.
<><>Curioso resulta el hecho de que Alicante a Escena en los últimos años haya pasado desde un teatro casposo, acartonado e ingenuo representado por las Casas Regionales como fue lo típico hasta hace unos años, en favor de un teatro de repertorio e incluso contemporáneo, atrevido en sus propuestas con nuevos autores o autores prometedores firmando sus textos, incluso inmiscuyéndose el delicado mundo de la danza contemporánea, en lo que resulta una clara apuesta por los jóvenes que tienen ganas de abrirse camino en el difícil mundo del espectáculo teatral. En los últimos años llevamos asistiendo a la salida desde este evento de innovadores espectáculos que mezclan teatro-danza, o incluso experimentos escénicos en sus diversas vertientes nada propios de un evento de este tipo y que dicen mucho de las pocas posibilidades de divulgar lo creativo que posee la ciudad. No son pocos los pasos hacia adelante dados por Alicante a Escena en los últimos años, pero todavía falta el verdadero compromiso entre políticos-programadores de la provincia que le ofrezcan el impulso definitivo al ser capaces de hacer girar lo que sale avalado por un jurado cada vez más prestigiado de este singular concurso escénico. La anomalía teatral de la ciudad impide grandes alardes teatrales, pero el hambre escénico se ve compensado con compañías que muestran su quehacer venidas desde Torrevieja hasta Alcoi, y a las que les sigue fallando la gestión pública una vez más pues Alicante a Escena debería ser trampolín para quienes no tienen otras expectativas a lo largo de una temporada y a los que les refrenda un buen hacer bien que sea en el esquilmado sector no profesional. Espacio, pues, para la experimentación y para la consolidación de una profesión teatral, no deja de ser preocupante que continúen fallando programadores y políticos ante la desidia cotidiana de lo que es una labor de base de primer orden, cantera donde las haya que alimenta el teatro profesional. Sólo en el momento en que la cadena se complete con el trampolín que supondría la gira por la provincia de las compañías refrendadas por público y jurado de Alicante a Escena, podremos decir que el teatro alicantino habrá dejado de estar enfermo.

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